Cuando salí del cuarto de hotel rumbo al restaurante me coloqué los audífonos, subí el volumen y alcé el cuello de la chamarra. Afuera hacía frío, excesivo para mi termostato tropical, pero me
En mis años (más) mozos durante un tiempo busqué, inútilmente, una novia que imaginaba perfecta, y perfectamente la tenía dibujada en la cabeza y el cuerpo. Era linda de rostro, tierna,
El fin de semana desperté sin ánimos para visitar la Feria Internacional del Libro. No perderé nada, dije. Mariana Belén pensaba distinto y vino a mí con determinación: -¿Por qué no vamos a
El cuerpo del hombre dijo: no más, suficiente ya. Hasta aquí llegamos. Es hora de descansar, de sentar la cabeza y mirar sin prisa el reloj. En las horas previas, al caer la noche, gastó la
Esta tarde presentamos el libro Las escuelas: desolación y encanto en la Escuela de Trabajo Social Vasco de Quiroga. La noticia la conté ayer. No la repetiré, pero las confesiones que siguen me
