Mientras converso animado con el viento y las ramas que juguetean con los pájaros, una presencia me alerta. Se sienta a mi lado en la banca de la plaza. Su olor es desagradable. Apesta. Su presencia
En el reposo por la comida busco en el canal donde escucho a veces los partidos de fútbol de la Champions. La oficina está abandonada. La gente salió, o estará durmiendo en alguna parte que no he
Inspirado en el Diccionario del Diablo, de Ambrose Bierce, y ante el tsunami electoral que nos devorará en los próximos meses, voy de a poquito escribiendo mi propio diccionario para sobrevivir a
Día esplendoroso después de las lluvias. Cielo azul y viento fresco. El tiempo perfecto para sentarse en la banca de una plaza, de cualquier plaza que comparta el mismo techo. Me arroba el celeste
Me gustan los amaneceres lluviosos. Si tuviera que elegir una postal idílica, el escenario perfecto contiene amaneceres naranjas, nubes grises por la mañana, atardeceres azules y cielos nocturnos
