Hace una d茅cada se aprob贸 que en M茅xico la educaci贸n media superior fuera universal para el ciclo 2021-2022. Como declaraci贸n de intenciones es inobjetable. Sin embargo, los avances hacia la meta son insuficientes.
En el documento oficial de la SEP, Principales cifras del Sistema Educativo Nacional del ciclo 2010-11, se aprecia la evoluci贸n del indicador llamado cobertura, que mide la capacidad de lograr el acceso a los j贸venes en edad de cursar la educaci贸n media superior (16-18 a帽os). As铆, la cobertura fue de 40.5 % en el ciclo 1995-96, 48.4 % en el 2000-01 y de 66.7 % en el 2010-11. La cifra m谩s reciente, del ciclo 2020-21, es de 80.2 %.
El progreso es notable: la cobertura se duplic贸 entre 1995 y el a帽o pasado, sin embargo, quedan todav铆a uno de cada cinco j贸venes fuera del circuito escolar.
Aumentar el acceso o primera inscripci贸n no basta para garantizar el derecho a la educaci贸n, pues el fantasma del abandono tambalea las estructuras del edificio escolar.
Con base en el documento citado, la eficiencia terminal, o sea, la capacidad de lograr que culminen los que ingresan en el tiempo marcado, es un pesado lastre. En el ciclo 1995-96 era de 55.5 %; en el 2000-01, de 57 % y de 63.3 % en el 2010-11. Para el ciclo anterior, 2020-21, fue de 69.9 %. Como se aprecia, la mejora de la cobertura no se sincroniz贸 con la capacidad para que todos terminaran de forma regular.
En s铆ntesis, mientras la cobertura se duplic贸 en 25 a帽os, la eficiencia terminal apenas aument贸 15 puntos porcentuales, es decir, 27 %.
En Colima, en el ciclo escolar 2010-11, la cobertura era de 75 %, superior a la nacional (66.7 %); mientras que la eficiencia terminal, de 67.7 % (63.3 la nacional) y el abandono de 13 %. Una d茅cada despu茅s, la cobertura creci贸 a 82.2 %, en tanto que la eficiencia terminal apenas creci贸 dos puntos porcentuales (69.9 %) y el abandono descendi贸 a 12.4 %.
El progreso de Colima en una d茅cada fue modesto en cobertura, pero preocupante en la eficiencia y contra el abandono escolar.
El reto es a帽ejo para el pa铆s y nuestra entidad: no es suficiente inscribir m谩s estudiantes. Debe apresurarse el paso, que terminen todos y con la mejor educaci贸n posible.
La meta de universalizaci贸n est谩 lejos. La pandemia ralentiz贸 avances y podr铆a condenar a una generaci贸n. Las becas apoyan econ贸micamente a los estudiantes, pero no sirven para quienes no se inscriben a la escuela: uno de cada cinco en Colima. Luego, de los inscritos, apenas egresan siete de cada diez.
En otras palabras, con los indicadores m谩s recientes, de cada 100 muchachos en edad de cursar bachillerato, s贸lo terminar谩n en Colima 57. A 43 se les debe un certificado.
Estos son los datos. La representaci贸n num茅rica de la realidad. Hoy son el punto de partida para el gobierno estatal. Un cuesta arriba sinuoso que se empezar谩 a resolver con diagn贸sticos, estrategias y generosidad presupuestal. Es decir, con voluntad, lucidez y un proyecto excepcional.