Diario de un hombre sentado en la plaza

Día 55. La vida exige pasión

Posted by Juan Carlos Yáñez Velazco

–La vida exige una pasión, aprendiz. Así lo escribió el maestro Jorge Luis Borges en uno de sus cuentos.

–La vida exige una pasión –repetí, sorprendido por la súbita llegada del loco hasta mi banca. Esta vez vino por el lado izquierdo.

Sentado en el otro extremo de la banca, me preguntó:
–¿Cuál es tu pasión?
–¿Mi pasión?
–Sí, tu pasión. Hoy amaneciste en modo lento de aprendizaje. O sordo.
–No lo sé. No me lo había preguntado, y menos a las 8 de la mañana en la banca de la plaza, después de una noche insomne.
–¿Dormiste mal? –preguntó.
–Sí, estuve incómodo. Tengo una infección respiratoria que no parece gripe, tampoco covid, pero me tiene muy enfadado, sobre todo en las noches, porque a veces despierto sin aire, con sensación de ahogo.
–Tienes que cuidarte, esta plaza estaría vacía sin un par de locos.
–No es para tanto –atajé.
–Ya estás volviendo en ti. Así que ya tienes funcionando tus neuronas. Ahora respóndeme: ¿cuál es tu pasión? Debes tenerla. O eso creo. No tengo la impresión de que vayas por la vida sin sentido de lo que pretendes. Estar sentado aquí, cada mañana, es una señal de que alguna pasión hay en tu vida, o que estás buscando un sentido.
–Tal vez no lo tengo, no todavía –respondí, sin certeza de mis palabras.
–Pues ya sería hora, loquito, porque si al llegar al medio siglo no tienes una pasión, podrías estar viviendo en calidad de zombi.
–Tal vez no. ¿Y tú, tienes una pasión?
–Muchas, muchas pasiones. Sin pasión no estaría siquiera sentado aquí.

El canto de un pájaro arriba de nosotros nos alcanzó. Miramos en su dirección y mi compañero de banca siguió hablando.
–Los pájaros.
–¿Los pájaros? ¿Los pájaros qué? –pregunté dos veces.
–Son una de mis pasiones. Me gustan los pájaros, observarlos volar, mecerse en el viento, juguetear en la fuente; admiro sus colores, sus formas, la delicadeza y estética de sus cuerpos. Su libertad. Su canto. ¿Sabes que sus cantos son distintos?
–Supongo, no lo sé.
–Los cantos de los pájaros son muy diversos y pueden variar dependiendo de la especie y del propósito del canto, desde el cortejo hasta la defensa del territorio o la alerta a su grupo. Escucha. El petirrojo es conocido por su canto territorial, que consiste en un trino melódico y repetitivo. El ruiseñor común es famoso por su canto de apareamiento, complejo, melodioso y variado.

Mi cara de asombro lo estimuló. Siguió enseñoreado, disfrutando su discurso, apasionado.
–El carbonero común canta alarmado cuando detecta la presencia de depredadores cerca del nido. El gorrión, que me fascina, emite un canto de contacto suave y repetitivo cuando está cerca de otros gorriones. ¿Viste la película española “La lengua de las mariposas”? El niño de la película, Moncho, el protagonista, recibe ese apodo de su maestro, don Gregorio. Obsérvala, por favor. Y también te recomiendo una lectura para que conozcas un poco del mundo de los animales. Una novela extraordinaria: “El maravilloso mundo de Nils Holgersson”. ¿La conoces? Te encantará. Si tienes flojera de leerla, búscala en YouTube. Cuando hagas tu tarea, nos veremos por acá y seguiremos.

Sin dejarme hablar, raudo, se despidió y un estornudo veloz me impidió despedirlo.

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