En un martes normal, como hace dos o tres semanas, a esta hora habría llegado cansado de las tres clases que imparto, de la tensión de esos 180 minutos, del calor y la jornada del día. Hoy es
Anoche hablé con Mariana Belén y le pregunté a qué hora teníamos que despertar para sus clases en línea. A las 8, me dijo, a las 8 comenzamos. ¡Anotado! Llegué a la cama cansado y sin mucho
Anoche, luego de terminar la tarea autoimpuesta, busqué sin interés concreto algo en Netflix. Juan Carlos, en un sillón, con su tableta, audífonos y Legos no atendía. Estábamos solos, cada cual
Un día de cuarentena como esta, con salario asegurado, comida, agua y techo, es un privilegio, lo digo sin fatuidad. Para un lector es el paraíso, por las muchas horas que se pueden invertir sin
Cinco minutos después de subir la entrada de mi Diario 2020, a la que llamé “Diario de cuarentena”, ingresé a mi cuenta de Facebook. Tenía varios mensajes directos. Solo abrí uno. Es de una
