Las plazas públicas son parte de mi vida. La principal de mi pueblo fue la llave para la lectura. En ella se encendió la inquietud por la literatura, leyendo una colección popular que resumÃa,
Cada vez duermo menos, pero cada noche disfruto más el encuentro con la almohada. El insomnio es visitante nocturno reincidente. Llega sigiloso, casi siempre a las mismas horas: 3:34, 4:34, 3:43…
Los sábados aprovecho las mañanas para tareas imposibles en la semana. Hoy toca mantenimiento al auto. Pedà una de las citas primeras y llego puntual. Me atienden de inmediato, hacen las
Mañana fresca, más agradable que las anteriores. La banca no me expulsa. Con el libro al lado, observó el desfile cotidiano de mujeres y hombres. Desde mi condición invisible soy privilegiado. Su
La mañana es frÃa. 14 grados marca el auto cuando desciendo en la plaza. Camino lento a la banca, que me hace brincar apenas pongo las nalgas. No tengo opción. Me siento de a poquito y espero que