Diario de un hombre sentado en la plaza

Día 29. Las malas compañías

Posted by Juan Carlos Yáñez Velazco

Volvieron las mañanas frescas a la ciudad. Lo siento en las manos y la cara. Lo veo en algunos de los niños que caminan bien abrigados a la escuela. También en las señoras que apresuran el paso rumbo a la misa, con cabeza y rostro cubiertos.

Traje conmigo el Confabulario de Juan José Arreola, que leo y disfruto tanto como si fuera la primera vez y, como tal, me sigue encantando.

Estaré aquí hasta el último momento. No tengo ganas de llegar a la oficina antes de la hora en que registro mi ingreso, para no saludar a nadie ni responder a las bobadas que me esperan los lunes por la mañana.

No detesto a los seres humanos, adviértase, pero opto por la soledad y la sana distancia. Cuando escribo estas palabras recuerdo los infaustos años que vivimos en pandemia. Fueron un oasis. Prefiero el aislamiento a las malas compañías y, sobre todo, evitarles la mía.

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