Diario de un hombre sentado en la plaza

Día 32. Día de lluvia

Posted by Juan Carlos Yáñez Velazco

Me gustan los amaneceres lluviosos. Si tuviera que elegir una postal idílica, el escenario perfecto contiene amaneceres naranjas, nubes grises por la mañana, atardeceres azules y cielos nocturnos oscuros, con lluvia intermitente.

Los días con viento fresco me traen recuerdos lejanos del lugar donde nací. Llovía más que en la ciudad, y con la lluvia las calles, nuestros juegos y la merienda cambiaban. La escuela también era distinta. Todo lo disfrutaba mejor. Eso, o me inventé imágenes en el baúl memorioso.

Hoy no puedo decir lo mismo, porque hemos cambiado, como las lluvias de entonces. Con la lluvia fina que nos baña, no podré salir a la plaza para sentarme en la banca, observar la peregrinación de transeúntes, de objetos y animales que forman un microcosmos singular, el propio y de una zona de la ciudad a ciertas horas del día. Me quedaré en casa hasta que sea hora del trabajo, buscaré un estacionamiento cercano a la oficina, llegaré tal vez mojado, saludaré cortés como siempre y luego buscaré mi sitio. Mientras, tomó un café oloroso, me siento en la salita, enciendo la televisión, abro YouTube y pongo el canal de Tim Janis, para oír el canto de los pájaros que no escucharé en el parque.

Related Post

Leave A Comment

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.