Diario de un hombre sentado en la plaza

Día 5. Diálogo de viejos amigos

Posted by Juan Carlos Yáñez Velazco

Esta mañana llegué a mi banca un poco más tarde. El dolor en la talón del pie derecho no me da reposo. Al despertar, la punzada fue más aguda que otros días.

Apenas me senté abrí el libro que traje. Es sábado. No tengo prisa, no hay horarios ni oficina.

Como un extraño milagro me volví visible. Lo supe entonces. Una sombra se acercó y escuché una voz masculina desconocida.
-Discúlpame, te vi sentado y no quise desaprovechar la oportunidad de saludarte. Hace muchos años que no nos veíamos.
-Hola, no te preocupes. Siéntate.
-Gracias. ¿Cómo estás? ¿Qué hiciste en estos años? No supimos más de ti en la banda.
-¿Te acuerdas todavía?
-Claro, cómo voy a olvidarlo. Todos nos acordamos de ti, y de tu hermana. Era la más linda del barrio. ¿Cómo está ella?
-Bien, exceptuando que se casó con un imbécil que le amargó la vida, el carácter y la llenó de hijos. Bueno, de hijas, en realidad.
-Uy, qué mala onda. ¡Lo que habríamos dado muchos de nosotros por casarnos con ella y hacerla feliz!
-O nada más por llevarla a la cama…
-Je, bueno, eso va incluido, ¿no?
-¿Y cómo están los muchachos? ¿Siguen en el barrio?
-Algunos siguen en El Bosque. Otros se fueron. Martín, ¿te acuerdas?, “el sordo”, murió en la cárcel. Pobre, su madre sufrió mucho desde que lo encerraron.
-¡Qué tristeza! De eso habría preferido no enterarme. Su madre me caía muy bien. Era buena persona.
-Ni modo. Bueno, ya te dejo. Voy de prisa. No te olvides de nosotros. Visítanos de vez en cuando.
-Te lo prometo.

Se paró, nos abrazamos e intercambiamos teléfonos.

-Anota mi número, me dijo. No te habrás olvidado de mi nombre: Edmundo Rivera, para los amigos “el ratón”. Ponlo así en el guats.
-Vale, gracias, ratón.

Ya solo, pensé: no conozco a ningún Edmundo a quien apoden “el ratón”, no tengo hermanos, ni una hermana, ni viví en El bosque. No conozco a Martín el sordo, ni a su madre.

¡Pobre loquito!, dije. Luego me retracté. Él tampoco me conoce. Como yo, estará compadeciéndome y pensando “pobre loquito”.

 

Related Post

Leave A Comment

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.