Durante los meses transcurridos desde que apareció intermitente en mi banca de la plaza, aprendà a reconocer sus pasos. No habrÃa imaginado jamás que tendrÃa esa capacidad. Su paso es
Llegué a mi banca en la plaza con un cansancio ancestral. No es tan verÃdica la expresión, pero le da un aire distinto. Y usé una palabra, ancestral, que nunca habÃa escrito. Los rituales
El hombre que pasa algunas horas de cada semana sentado en la banca de una plaza pública, este dÃa cambió escenario. Son vacaciones. Hoy no observará el desfile de mujeres a su misa, de niños y
La inminencia de las vacaciones por Semana Santa y Pascua me tienen de ánimo oscilante. En casa tengo tareas pendientes, y me gusta estar en ella. Descanso lo suficiente, disfruto cada rincón y
Preso de una somnolencia insoportable, por la pesadez de la comida y el calor del mediodÃa, salà de la oficina para caminar en la plaza. Aunque las mañanas son frescas, con 18 o 19 grados, el